sábado, 20 de agosto de 2011

Yo. (high)

Salgo del trabajo y me pago una habitación de hotel; quiero estar sola y  lejos de todo lo conocido .
Es en  un piso alto y las luces de las marquesinas entran como fuegos artificiales a mi universo; le dan un toque extranjero a mi interior.
Puedo estar en New York o en Shangai. Me saco el pantalón, desabrocho hasta el segundo botón de la camisa y voy hasta mi cartera de dónde saco mi cajita de madera islandesa, me armo uno finito y me suelto el pelo.
Me miro al espejo sobre el pequeño escritorio en dónde apoyo los brazos y me acerco lentamente hasta que sólo veo el reflejo de mis ojos. Están cansados pero sonríen.
Me doy vuelta y observo a dónde van a parar las luces. Despacio  ubico la silla en el medio de la habitación, abro la ventana de par en par y dejo que todo lo que quiera entrar, entre. Palabras urgentes…sirenas sin destino. 
Me lleno de carreteras
 Ráfagas nocturnas de ese desierto que me mostró sin recelo una constelación de abismos: las luces entran por mi camisa.
Se abren diferentes Cosmos. No sé si voy a ser capaz de dormir esta noche.

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